miércoles, 26 de noviembre de 2014

JOYEUX NOËL O LA GUERRA A MEDIAS TINTAS.

JOYEUX NOËL
Año: 2005
Duración: 115 minutos.
Director: Christian Carion.
Guion: Christian Carion.
Música: Philippe Rombi.
Fotografía: Walter van den Ende.
Reparto: Diane Kruger, Daniel Brühl, Benno Fürmann, Guillaume Canet, Gary Lewis, Dany Boon, Rolando Villazón, Alex Ferns, Lucas Belvaux, Steven Robertson, Frank Witter, Bernard le Cocq, Ian Richardson, Thomas Schmauser.
Coproducción Francia-Alemania-Bélgica-Rumanía

Sinopsis: Basada en un hecho real. En la Navidad de 1914, a principios de la Primera Guerra Mundial, soldados alemanes, franceses y escoceses entierran sus diferencias y acuerdan una amnistá para pasar juntos la Nochebuena, al día siguiente, la amnistía continúa y la fraternización que alcanzaron la noche anterior continúa para dejar paso a enterrar a sus muertos, jugar al fútbol, etc. La noticia llega hasta los mandos superiores que deciden reemplazar las tropas y enviar a las que están allí a otros destinos.

Esta película contiene elementos que nos remiten a otras sobre el mismo conflicto, concretamente Senderos de Gloria, la cual no es de extrañar que sirviera al director para plasmar algunos momentos que guardan cierta similitud con la cinta de Stanley Kubrick. Estas similitudes las apreciamos en el primer largo travelling que acompaña al teniente francés por la trinchera instantes antes del comienzo del combate que tiene lugar; continuando con estas referencias podemos ver también la diferencia entre la vida en las trincheras y las precarias condiciones a las que se ven sometidos en contraposición a la vida de los altos cargos, a los que vemos celebrar una fiesta en un lujoso emplazamiento, con buena comida y bebida. Clave para esta diferencia es el diálogo que el Teniente francés mantiene con sus superior (que es su padre) hacia el final de la película, donde se queja de aquellos que hacen la guerra desde lujosos salones, al estilo de Dax, interpretado por Kirk Douglas en la anteriormente mencionada Senderos de Gloria. Siguiendo con las referencias a la película de Kubrick, otro momento compartido es cuando el soldado y su novia, Anna, ambos cantantes, actúan frente a las tropas el día de Nochebuena, los soldados se emocionan, alcanzan una “felicidad” que llevaban tiempo sin vivir por culpa de la guerra.

Con otra película que podríamos, a modo de anécdota, establecer una referencia es con la magistral Ser o No Ser de Ernst Lubitsch, concretamente en la escena del principio mientras se desarrolla la obra teatral.

A pesar de que la película refleja de forma clara las diferencias entre los altos cargos y los soldados que se encuentran en las trincheras, sufre de querer llevar demasiado hacia delante quedándose a medio camino. Por un lado tenemos la situación en el frente, dentro del mismo, un soldado escocés que ha perdido a su hermano en la batalla y quiere vengarlo, clave la escena en la un alemán se dirige a él mientras el cura da su misa frente a todos los soldados hermanados; por otro lado la situación del cura y sanitario, que es recriminado por un superior religioso por haber permitido el hermanamiento y haber dicho misa en tal situación, este mismo que le recrimina da un sermón a las tropas de relevo donde les insta a que asesinen a todos los alemanes que se encuentren. El cura termina colgando su cruz en un gesto de derrota.
Por último, la pareja de cantantes, ella quiere que huyan juntos ante la negativa de él por miedo a desertar.

El problema fundamental radica en que, aunque hay personajes más o menos bien dibujados, el drama nunca termina de desarrollarse del todo, quedándose a medio camino. Tal vez hubiera sido mejor para la narración focalizarse en la historia principal, profundizando aún más en el estado de esos soldados que en el frente añoran su hogar y se ven forzados a matar a sus semejantes porque han sido llamados a filas y puestos allí para tal fin.

El drama del soldado escocés cuyo hermano ha fallecido se trata de una forma muy superficial, de hecho el tratamiento del personajes es muy secundario a lo largo del metraje, cuando tal vez el principal conflicto podría haberse situado en él, desechando la “fraternidad” que los soldados de los distintos bandos han entablado, llevándolo hacia las últimas consecuencias. Sin embargo la pareja de cantantes tiene más peso narrativo, cuando, a lo mejor, el resultado del film podría haber sido más dramático y con una mayor crudeza eliminando esta historia de amor.

Sea como sea, la cinta es entretenida y se aguanta sin problemas, puesto que no padece de sobredosis de edulcorante, lo cual podría haber llevado al film a un resultado mucho peor.

jueves, 24 de julio de 2014

FREAKS O CÓMO SENTIRTE COMO DIANE ARBUS TRAS VER ÉSTA PEQUEÑA PELÍCULA.

Ayer tuve el placer de visionar Freaks (La Parada de los Monstruos en su título español), dirigida por Tod Browning en 1932; film de poco más de una hora de metraje, donde se nos muestra un circo en el que habitan unos seres muy diferentes a los humanos corrientes.

Estos seres, deformes, mutilados, algunos incluso con deficiencias mentales, enanos, mujeres barbudas, etc., son exhibidos en el circo ante el público como si de bestias se tratara, como verdaderos monstruos, sirviendo en su mayor parte para mofa del personal, así como siendo el blanco de las burlas de aquellos compañeros de carpa que se creen superiores por ser “normales”. La historia se centra en Hans, un enano de origen alemán que vive enamorado de la trapecista del circo, una bella mujer rubia, que mantiene una relación con “Hércules” el fortachón del lugar; no obstante ésta el único interés que tiene en el pequeño Hans es el de aprovecharse de la fortuna que ha heredado, aceptando todo tipo de regalos que éste le hace, accediendo posteriormente a unirse en matrimonio con él para acabar con su vida y ser la que posea la fortuna del cegado Hans, en un plan trazado con Hércules, sin embargo el pequeño hombre hace oídos sordos a los avisos de la que era su pareja, una mujer similar a él que se percata de las intenciones de la trapecista. Finalmente, destapado el pastel, Hans con ayuda de sus amigos “raros” y otros dos trabajadores del circo con los que mantienen amistad, trazan un plan para vengarse de la pareja que se ha aprovechado de él y que en numerosas ocasiones se han burlado de todos.


Procediendo ahora a analizar temas que se tocan en el film, debemos destacar el de la marginación por ser “diferentes”. “Ellos no pidieron nacer, pero vinieron al mundo” como bien dice el hombre que presenta al monstruo al principio de la película (que será la trapecista, pues el grueso del film es un flashback). Un tema de actualidad aún hoy, donde se margina incluso a personas que se supone son “normales” por el simple hecho de llevar una apariencia diferente, tener otro color de piel, o mostrar ideas contrarias; esa monstruosidad que se asocia a los seres que vemos en el film es solo una construcción social, mostrándose la verdadera monstruosidad en los seres “perfectos”, quienes son los que llevan a cabo los abusos y las burlas hacia ellos, que finalmente deben actuar de forma brutal, no porque sea su condición, sino porque la única manera que tienen de obtener el respeto de aquellos que no se lo han tenido anteriormente es esa. Sacamos el mensaje de que todos somos iguales, pero a la vez diferentes, los pinheads, como expresa su cuidadora en la escena del parque, son niños por ello los lleva allí, para que puedan comportarse como tal.
La amistad juega un papel importante, los “freaks” son una piña entre ellos, si te metes con uno te metes con todos, ya que éste es su mecanismo de defensa y supervivencia para poder sobrellevar los problemas que les sobrevienen por su propia condición innata. Se muestran como personas de buenas intenciones, y nunca faltan el respeto a menos que hayan sido ofendidos previamente, por lo que gozan de una dignidad aún mayor que el resto. Es aquí cuando recuerdo a la fotógrafa Diane Arbus, la cual no me extrañaría que adorase ésta película, y a su afición por fotografiar a aquellas personas que vivían ocultas de la sociedad, que eran fruto de rechazo por los cánones de belleza implantados y que incluso molestaba mirar, si en los retratos que Arbus hizo, sus modelos mostraban una dignidad que los hacía únicos, una autenticidad nunca vista hasta entonces en el retrato, que iba más a capturar la belleza que la fealdad, el polémico film de Browning nos hace ver perfectamente esta dignidad que comento en estas personas especiales.


Siendo una película bastante moderna del Hollywood clásico, articulada con la presentación de una supuesta bestia, que no se verá hasta el final de la película, en el que volvamos al mismo punto donde ésta comenzó tras el largo flashback en el que se relata cómo esa persona pasó de ser una reina de la belleza al monstruo que es en ese momento. Con una puesta en escena que refleja en gran medida la crudeza y la sordidez de un circo ambulante, en perfecta armonía con el tono del film; realismo y crudeza en un Hollywood que en 1932 comenzaba a mostrar cada vez más interés en aquellos géneros que formarían el grueso de su Edad Dorada envuelta en glamour. Aquí el mensaje impacta, y por suerte el tiempo ha situado a ésta película en lugar que se merece, el de los títulos de culto.

martes, 6 de mayo de 2014

Fresas Salvajes

RECUERDOS, CONMEMORACIONES Y PROBLEMAS DE FAMILIA

Dirigida por: Ingmar Bergman.
Guión: Ingmar Bergman.
Fotografía: Gunnar Fischer
Música: Eric Nordgren
Montaje: Oscar Rosander
Producción: Allan Ekelund
Reparto: Victor Sjöström, Bibi Andersson, Ingrid Thulin, Gunnar Björnstrand, Max Von Sydow

En el año 1957, el maestro sueco Ingmar Bergman firma una de sus obras más conocidas, Fresas Salvajes, en la que se nos narra la historia de Isak Borg, un reputado profesor de física que va a recibir el Honoris Causa en la ciudad de Lund. Para ello emprende un viaje en coche acompañado de su nuera, que ha decidido dejar al hijo del anciano, por el camino conocerán a tres jóvenes a los que llevarán con ellos, así como a un matrimonio con problemas a los que tendrán que dejar abandonados en la carretera por el comportamiento que experimentan; además, el anciano profesor rememorará varios episodios de su infancia y juventud en algunas de las paradas que harán por el camino.

Al principio del film somos partícipes de una escena onírica, en la que el protagonista se encuentra en soledad, en plena calle desierta, donde observa un reloj sin manecillas, ¿tal vez un sueño profético de que se acaba el tiempo del anciano? ¿Su vida va a pararse dentro de poco?, si unimos esto a la carreta fúnebre tirada por dos caballos podemos, entonces, establecer una interpretación “más firme” sobre ello. De esa carreta se desprende un ataúd, del que se abre la tapa y para asombro del pobre Isak, quien se haya dentro es él mismo en lo que parece antojarse como un sueño premonitorio de una cercana muerte del protagonista, que ya se encuentra en una edad “avanzada”. Esta escena, una vez la contemplamos, destaca ante el resto del metraje del film por asemejarse en mayor medida al cine mudo, con tintes del Expresionismo alemán, sin embargo la carreta en sí bien podría ser un homenaje al film sueco de 1921 dirigido y protagonizado por el propio Victor Sjöström y titulado La Carreta Fantasma, film que como el propio Bergman declaró en más de una ocasión, ha sido de gran influencia para él.

El personaje encarnado por Sjöström se nos muestra al principio de la cinta como un viejo gruñón y cabezona, que se empecina en ir en coche hasta la ciudad en la que se le concederá el Honoris Causa, ante la negativa de su sirvienta. Por lo que finalmente es acompañado por su nuera, que estaba alojándose en su casa, ya que va a romper su relación con el hijo de Isak. Conforme vamos avanzando el relato, apreciamos los temas que suelen ser comunes en la filmografía bergmaniana, el matrimonio; ejemplificado aquí por el hijo de Isak y su esposa, interpretada por Ingrid Thulin; así como la desesperante pareja con la que tienen el accidente de coche. Problemas conyugales que son una constante en la filmografía del director sueco, como nos hacen ver Secretos de un Matrimonio o su secuela Saraband, testamento fílmico del director, así como Las Mejores Intenciones, que, a pesar de estar dirigida por Bille August, cuenta con guión de Bergman.

Otro de los temas que apreciamos en el film que nos ocupa es el de la religión, presente en los jóvenes que son recogidos por Isak y su nuera, sobre todo en los dos personajes masculinos, los cuales discuten sobre temas de carácter teológico en más de una ocasión, posicionándose cada uno en un bando concreto, siendo los dos personajes una metáfora del eterno enfrentamiento entre religión y escepticismo; por esta razón, así como por el tinte existencialista que desprende la cinta en diversas ocasiones, el hijo de Isak, que argumenta desear morir o el propio Isak, podemos ligar Fresas Salvajes con otro de los filmes más conocidos de este creador, El Séptimo Sello, en el que la muerte incluso tiene una encarnación física y de su partida de ajedrez con el personaje encarnado por Max Von Sydow, depende la vida de éste último. El tiempo en la película cobra un gran protagonismo, pasa inexorable, de ahí esa confrontación entre juventud y vejez que apreciamos, los flashbacks en los que el protagonista recuerda episodios pasados, o el ya mencionado reloj sin manecillas.


El ritmo de la película es lento, debemos ver esta obra sin prisas, atendiendo a los detalles que se nos presentan. Los personajes son los que mueven la acción, los cuales están llevados de una forma tan magistral que hacen que el ritmo pausado de que hace gala la película no nos haga caer en sopor. Nos interesamos por los personajes, por los problemas que afrontan, los cuales se tornan cotidianos, propios de cualquier viandante con el que podamos cruzarnos una mañana cualquiera, propios de cualquier matrimonio, como ese hastiado hijo de Isak, alter-ego del propio Ingmar Bergman probablemente, con su bella esposa, que espera un hijo que él no desea.

Latente en esta cinta, junto a ese enfrentamiento vejez-juventud, nos encontramos al trío de jóvenes, que suponen un la visión de la nuevas generaciones, frente a las mayores, de ideas que van quedando obsoletas, ejemplo que vemos en Isak, y sobre todo en su anciana madre, en una escena en la que los planos y contraplanos de la madre de nuestro protagonista, con el personaje encarnado por Ingrid Thulin nos dan una idea del enfrentamiento que el autor quiere plantear con ello haciendo a los espectadores partícipes de ello.

Debemos citar, el viaje en coche también como una metáfora, no solamente es un viaje que los va a llevar a su destino, Lund, sino también a afrontar su pasado, presente y futuro, sus problemas, y la solución a los mismos. En realidad, el reconocimiento que el anciano protagonista va a recibir es algo secundario, lo que interesa es él, su vida, de la que conocemos aspectos por las digresiones que el personaje tiene en determinados momentos, recordando escenas de su infancia y juventud, de la que como espectadores somos partícipes, concluyendo el film con una en la que Isak va a reunirse con sus padres, en lo que se torna una sutil forma de dar muerte a un hombre cansado, de hacerlo redimirse de sus errores y hacerlo por fin descansar, en esa reunión con sus progenitores, los cuales se encuentran en aquel lugar que todos, en algún momento, terminaremos visitando.

Oliver Twist (1948)

Procederé a comentar estrictamente la película, ya que no he leído la obra de Dickens.

Segunda adaptación que el perfeccionista cineasta británico David Lean realiza de una obra de Charles Dickes, la anterior sería de la obra Great Expectations, con el film de mismo título, traducido en España como Cadenas Rotas.

Con Oliver Twist Lean realiza, a mi juicio una de las mejores películas de su filmografía, con una estética que en el reflejo de los ambientes sórdidos del Londres victoriano se asemeja a la estética de la que hacían gala los films del expresionismo alemán, con iluminaciones duras que recortan los rostros de los personajes en los oscuros ambientes en que se mueven. Por otra parte en el reflejo de la zona rica de la ciudad la estética se muestra diferente, una iluminación más difusa, con un blanco y negro menos contrastado; estableciéndose con esta diferencia estética, la diferencia de clases y ambientes que en el film podemos contemplar, así como otorgando al espectador diversas sensaciones con ellas.


Tras devorar casi seguidos varios films de éste director con motivo de la realización de mi Trabajo Fin de carrera, quedé muy gratamente sorprendido tras ver ésta película, puesto que pensaba que me resultaría inferior a su otra adaptación de Dickens o a esa gran película, también de su etapa británica, titulada Breve Encuentro. De elogio es la actuación y caracterización del actor “fetiche” de Lean, Alec Guinness, que en esta cinta realiza una actuación inconmensurable interpretando al viejo Fagin, con una soberbia caracterización, que junto a la que lleva a cabo en otra obra del director, Lawrence de Arabia, donde interpreta al Príncipe Feisal, con un estudiado acento árabe, puede situarse entre las mejores de la carrera de éste camaleón. Encontramos una unidad con la filmografía posterior de David Lean, concretamente con la de su etapa de superproducciones, con el uso que se establece del paisaje en la película, así como por la utilización de algunos recursos tanto visuales como sonoros, que se tornan constantes en la filmografía de éste incomprendido director. Dentro de esto, debemos tener en cuenta la importancia de los efectos sonoros, la lluvia o el crujir del farol al principio de la película; el sonido de la cuerda en la muerte Sikes en la escena final, etc., además la escena en la que azotan a Oliver se torna muy similar a la de la tortura de Lawrence, comienzan a azotarle con la vara y el siguiente plano es un Primer Plano de la cara de Oliver, el cual parece soportar el dolor, de la misma forma que Lawrence cuando es torturado en la ciudad de Deraa, estableciéndose así un paralelismo entre ambas películas. Otro plano a tener en cuenta es un travelling en la primera escena del comedor, que nos hace recordar el que se lleva a cabo para la escena de la toma de la ciudad de Aqaba.

Con respecto al protagonista éste encaja dentro de los moldes de los personajes que Lean suele llevar a cabo en sus películas, con un resultado final más positivo para el personaje que los que se llevan a cabo en la segunda etapa de su filmografía. Todos los recursos que se utilizan en la película, desde la puesta en escena hasta el propio montaje son utilizados para favorecer la narración de la historia, siendo un tipo de cine puramente narrativo, en el que en escenas como la persecución por las calles de Londres al pequeño Oliver, que culmina con un puñetazo y la pantalla en negro, dan muestras de una pensada y elaborada labor de montaje cinematográfico llevada a cabo por un director que disfrutaba más de ésta labor, que del rodaje propiamente dicho.


En definitiva un buen ejercicio de cine, de un director habitualmente denostado por la crítica, que aparentemente no posee marcas autoriales que definan su cine, ya que no se detectan hasta que te sumerges de lleno en su filmografía.